Karol G brilla en vivo: Los 10 momentos más bonitos de su show en el MetLife Stadium

Fue la temporada de La Bichota en el MetLife y más allá. Desde Penn Station en Manhattan, pasando por el New Jersey Transit hasta la llegada al estadio, los fans de Karol G se dejaron ver en abundancia. ¿El denominador común, además del merch de Karol G? El rosa. No habíamos visto tanta gente (¿o Barbies Bichotas?) vestida de rosita desde el estreno de Barbie, en cuya banda sonora participó Karol G. También se hicieron notar los tatuajes de los fans, con algunas mujeres con el mismo corazón de alambre de espino tatuado en el hombro, al igual que su ídola. 

La voz de Morgan Freeman tuvo un papel importante como narrador a lo largo del concierto de Karol G. El venerado actor va contando la historia de Carolina, una sirena de pelo rosa cuya vida consistía en alegres baños de mar y vuelos hacia el cielo hasta que su mundo se sumió en la oscuridad. En su búsqueda de consuelo en medio de su angustia, Carolina asciende al cielo, haciendo que su corazón y el mundo circundante se congelen. En una rara aparición de Freeman, la narración animada parece una representación simbólica del desencuentro amoroso que Karol sufrió en años recientes, al que hace referencia en canciones como “TQG” con Shakira y su reciente éxito, “Mi ex tenía razón”. 

“Hay una Bichota dentro de cada una de ustedes. Solo tienes que aceptar tu yo auténtico tal como lo hizo Carolina”, dijo el actor, en inglés.

Para añadir más encanto a la noche, La Bichota puso el poder femenino en primer plano acompañada de un elenco de músicos compuesto exclusivamente por mujeres: una baterista, una pianista, una flautista, una guitarrista y más. Juntas, las chicas de la banda infundieron a la noche una dosis extra de energía rockera al tiempo que mostraban las proezas de mujeres con talento en la industria musical. Y convirtieron este estadio en un paraíso para el KG Gang, donde su estimulante musicalidad trascendió la inmensidad del recinto.

Karol G posee la rara capacidad de hacer que un concierto multitudinario parezca íntimo, ese es su don: transformar un recinto colosal en un refugio musical cercano. Su interacción directa con el público (“¡Me van a hacer llorar!”, dijo en un momento mientras la ovación no parecía terminar), la narración de historias y la vulnerabilidad se combinaron para crear una noche inolvidable. Momentos emotivos en su repertorio, como cuando cantó “Ocean”, contribuyeron a esa sensación de conexión. Y a los fans les encantó.

En un punto culminante de su actuación, Karol G se adentró sin esfuerzo en el mundo de la música regional mexicana, ofreciendo una poderosa interpretación de “200 copas” y “Gucci los paños”. Para enriquecer esta música de estilo tradicional, extendió una cálida invitación a músicos adicionales, incluyendo a una tubista y una acordeonista — instrumentos emblemáticos del género mexicano. Esta audaz incursión puso de manifiesto la extraordinaria versatilidad vocal de Karol G, un testimonio de su capacidad para pasar de tiernas baladas como “El barco” a ritmos contundentes de éxitos de reggaetón como “Mi cama” y “Punto G”. Para abrazar la incursión de Karol en la música mexicana, una multitud de fans lucieron sombreros vaqueros rosados, fusionando el estilo característico del género con la propia superestrella.

Entre las decenas de miles de fans, al espectáculo llegaron inmigrantes, o descendientes de inmigrantes, procedentes de todas partes de Latinoamérica. Karol los fue llamando país por país, y el estadio temblaba cada vez con la avasalladora respuesta. Pero los gritos más fuertes sin duda fueron los de sus compatriotas colombianos, uno de los cuales le obsequió una bandera de su país con la que Karol orgullosamente se envolvió.

A lo largo de la gira Mañana Será Bonito, Karol G ha contado con una serie de invitados sorpresa como Quevedo, Young Miko y Bad Gyal. El jueves, su compatriota Ryan Castro fue el elegido, y la multitud lo recibió con una de las ovaciones más grandes de la noche. Juntos, Karol y Ryan pusieron a perrear a todo el recinto al ritmo de “Una Noche en Medellín”.

La deslumbrante escenografía de Mañana Será Bonito incluye un fondo arqueado con enormes pantallas en las que se intercalan la historia animada narrada por Morgan Freeman con imágenes marinas alegóricas al diseño de portada del álbum, y tomas en vivo del show. Grandes objetos de utilería como un tiburón y una gran roca, plataformas, una larga pasarela, llamaradas de fuego, luces láser y pulseras de luces repartidas a los asistentes, completan el panorama para una experiencia inmersiva.

Con una seguridad nutrida por sus años en el escenario, y el carisma y dulzura que la caracterizan, Karol derrochó puro poder femenino. Desde la decisión de hacerse acompañar por una banda de mujeres, hasta sus interacciones con sus fans, Karol es por y para las mujeres. En un momento leyó en voz alta algunas pancartas que trajeron los asistentes. “Bajé 20 libras para venir a tu show”, decía la de una mujer a la que la estrella respondió con sabias palabras de amor propio: “Bueno, mami, si es por salud y porque así lo quisiste, te felicito”.

Uno de los momentos más bonitos lo protagonizó una pequeña de 7 años a la que Karol invitó a subir al escenario tras verla cantar apasionadamente “Gucci los paños” desde las primeras filas junto a su madre. La niña, llamada Natalia, fue recibida con gran dulzura por la cantante, quien le preguntó si quería interpretarla con ella ante la multitud emocionada. Sin titubear, Natalia entonó el coro con los ojos brillantes y una tierna sonrisa. Karol hizo reír al público al alejarle el micrófono con picardía al llegar a una de las palabrotas en el coro. Fue un momento inolvidable seguramente para la niña, pero también para los miles de presentes.